El Área de Diseño de la Corporación Santo Tomás, con sus carreras de la Universidad Santo Tomás e Instituto Profesional Santo Tomás con el propósito de mantenerse unida y desarrollar criterios académicos comunes en todas las sedes a nivel nacional, desarrolla “Talleres en línea”, en esta la ocasión del Bicentenario se asume un proyecto editorial, para ello cada sede realiza un rescate de su entorno ferroviario creando con ello un documento editorial, los que se sumaran en la constitución de un “Libro objeto” como un homenaje a la silenciosa historia cotidiana de nuestro país.

El tema que se propone desarrollar es el Ferrocarril, es innegable la importancia que tuvo el ferrocarril en el desarrollo y progreso de nuestro país, ese rudimento mecánico alzando las banderas del progreso y la modernidad fue rompiendo nuestra cotidianeidad aún colonial de mediados del siglo XVIII, logro de verdaderas epopeyas ingenieriles, que mantuvo boquiabiertos a ciudadanos, campesinos, paisanos y provincianos durante casi un siglo y medio, convirtiéndose en la revelación monstruosa que anunció la llegada de la modernidad.

miércoles, 6 de octubre de 2010

“Ferrocarril en guerra” Javier Muñoz Muñoz. Antofagasta







Antecedentes
Dentro de la historia de cada nación, si bien, se a marcado por las guerras y por el progreso, el norte de Chile esta conformado por las dos casi en momentos simultáneos.
En 1879 comienza una de las guerras más importantes en la historia republicana de nuestro país, donde nos vimos involucrados en un conflicto bélico, con la entonces Confederación Perú-Boliviana.
En el momento del desembarco Chileno, el Muelle histórico de nuestra ciudad de Antofagasta, si bien pertenecía a la nación de Bolivia el 80% de su población eran de origen chileno, es por esto que en nuestra localidad fue incorporada al territorio nacional el 16 de febrero de 1879.

(Tropas chilenas, a un costado de la antigua estación de tren y maestranza)

En 1873 previo a la guerra Chile, junto con capitales ingleses decidieron invertir en líneas férreas, las cuales servirían para el traslado de salitre y guano, más el de personas, entre las localidades de Antofagasta hasta Ollagüe, pasando por la el Salar del Carmen, luego en 1888 se extenderían a Oruro y La Paz. El primer viaje se realizo en 1873 el 23 de diciembre. Esta compañía férrea se llamaría “The Antofagasta (Chili) and Bolivia Railway Limited Co.”

El trazado de la línea fue diseñado y construido por el ingeniero neocelandés, Josias Harding.La vía férrea se iniciaba en calle Bolívar, desde el actual recinto del FCAB, seguía por San Martín, subía A. Prat doblaba M. A. Matta y salía a la pampa a travesando la Plaza Sotomayor en dirección a la quebrada La Negra; y su punto terminal, la Oficina salitrera Salar del Carmen
Línea fundación Bellavista, Zenteno con Peres Zujovic).
Mejillones
En los tiempos en que Mejillones, era boliviano, existía una compañía de ferrocarriles llamada Huanchaca. Esta se uniría en 1880, tras la guerra del pacífico con la Compañía de Salitres y Ferrocarril Antofagasta, para alargar las líneas férreas que ya existían en el pacífico hasta Bolivia. Tras años de lento trabajo, la compañía chilena se desmotivó. La compañía Boliviana entonces aprovechó la oportunidad de comprar y expandir su inversión en la zona, pero tras el lento avance y las perdidas de capitales, se vio en la obligación de venderla Es aquí cuando entra en la historia de Mejillones, la compañía inglesa Ferrocarril Antofagasta a Bolivia; hoy (FCAB).
Esta fue la compañía que administró las líneas férreas y los puertos de todo el sector de la pampa salitrera. Siendo así el sustento logístico de la economía chilena de los años de oro del salitre. Más como esta compañía no era chilena, sus intereses implicaban captar toda la economía del sector minero, lo que extendería las líneas férreas desde su origen a la pampa minera boliviana y más tarde al sector minero de Argentina, con variados puertos.
Esta compañía no comenzó a ocupar sus nuevas instalaciones inmediatamente, sino que arrendó por 15 años las líneas e infraestructura a la compañía Huanchaca. Durante esos 15 años el puerto de exportación que se utilizó fue Antofagasta.
Cuando este arriendo se acabó, la compañía inglesa decidió invertir para modernizar las instalaciones y así poder agrandar su negocio, pero se vio en el conflicto de no poder expandir sus instalaciones en Antofagasta producto del reducido espacio habilitado para tales fines. Fue así como, en 1906, la bella bahía de Mejillones pasó a ser el terreno para invertir.

MEJILLONES – OLLAGUE
(Ferroviario) Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia, desde Mejillones hasta estación Ollagüe 3 días hasta la estación Ollagüe.
Cuando Bolivia decide subir el impuesto al ferrocarril y posteriormente su remate Chile le declara la guerra, dando así inicio a un conflicto por el poder de las líneas férreas mas que la del propio salitre y derivados, el monopolio ingles e inversiones británicas ponen en jaque la decisión del gobierno chileno de ir a la guerra si o si.
Antofagasta, Mejillones y Ollagüe, forman una tripartita de economía sustentable y posible dominio del territorio pacifico, no tanto por el mar sino que también el despliegue terrestre de las tropas chilenas en esta guerra.
Es por esto que las estaciones de Antofagasta, Huanchaca y Ollagüe están destinadas al transporte de minerales como de las tropas chilenas que comienzan a hacer soberanía en el norte grande, resguardando sobretodo el límite fronterizo de Ollagüe con Bolivia.

Conclusión
Durante la guerra del Pacífico y posteriormente, las líneas férreas fueron producto de ingeniera y esfuerzo, los cuales están construidos a raíz de propósitos los cuales ya sean buenos o malos marcan una historia y en este saco cuentan la de nuestro norte.
Ocurre lo mismo con las estaciones, estas las cuales albergaban a soldados, empresarios extranjeros y trabajadores chilenos, cuentan como un libro de historia abierta la importancia de vías férreas las cuales forman uniones entre estaciones las cuales funcionan como puentes que están separados por momentos pero unidos por historia, el ferrocarril como parte importante de la guerra del Pacífico casi lo más importante, y la construcción de ciudades, pueblos y economías a través de estas vías, la cual es un poco olvidada, y desgastada por la historia.

Los recuerdos, se vuelan pero las edificaciones quedan por algún tiempo, el interés de recoger las vías férreas y estaciones en la época de la guerra del pacifico es por una cuestión de identidad regional, que no se olvide que en algún momento de la historia no solo albergaron cobre sino que también historias, relatos y momentos de personas como de situaciones. Entorno a una guerra.

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